¿Necesito un/a Wedding Planner?

La figura de un/a Wedding Planner

Quiero compartir con vosotr/as este post desde mi más profunda humildad. No es por querer vender más nuestros servicios, sino para poder resolver este dilema que seguramente muchas parejas tenéis.

Después de mi experiencia como novia, cómo organizadora de eventos y tras haber hablado de esto con otros profesionales del sector, creo que ha llegado el momento de transmitir este mensaje. Y es que en España concretamente creo que aún queda mucho que educar sobre esta profesión tan “guay” y a la vez tan “nueva” y a veces tan “invisible”.

Esta profesión que parece novedosa (y podemos considerarla así porqué nace en el siglo XX) ya hace años que está implantada en EUA y otros países de la unión europea. Y por eso siempre hablamos que nuestro cliente potencial es el cliente extranjero, porque es el que entiende nuestra figura y confía en nuestros servicios.

Pero hablemos de las parejas de nuestro territorio, y es que muchas de ellas se plantean si contratar a una Wedding Planner para su día, sea cual sea su estatus social. Muchas apuestan por nuestros servicios porqué entienden perfectamente en qué consiste nuestro trabajo, pero muchas otras dudan a la hora de destinar una parte de su presupuesto en nosotros.

Las que deciden hacerlo, saben que nuestra figura sirve para descargarles tensión, trabajo y aportarles ante todo paz y tranquilidad.

Las que deciden no contratarle, luego se dan cuenta de la falta que le habría hecho contar con ese servicio. ¿Porqué? Sencillo razonamiento, creo. Una cosa es querer ocuparos de toda la preparación de la boda, y la otra, el día de la boda no tener que preocuparos por nada. Los que ya os habéis casado entenderéis a qué me refiero. Los que aún no habéis dado el sí quiero os lo cuento a continuación.

En nuestra figura hay distintas tareas, la primera y para mí la más importante a destacar: somos vuestra herramienta para que vuestro día salga sin contratiempos. No queremos organizar solos ni mandar en vuestra boda, estamos para ayudaros, para sacar lo mejor de vosotros y de vuestras ideas, para ejecutarlas mejor y conseguir que vuestro día sea aún más memorable, para que vosotros en vuestro día sólo os preocupéis de darlo todo.

Nos gusta conocer a nuestras parejas, hablar mucho con ellas y saber cómo imaginan su día para así captar a la perfección lo que tienen en mente. Nos desvivimos por cada una de ellas, hacemos todo y más de lo que está en nuestra mano. Nos ocupamos de todo lo obvio y lo que nunca jamás creeríais posible. Después de mi experiencia he llegado a la conclusión que un organizador de bodas tiene súper poderes o algo parecido.

Negociamos por vosotros, os ayudamos a diseñar el enlace y que éste hable de cómo sois. Os asesoramos, hacemos las visitas técnicas, nos reunimos las veces que haga falta con vosotros y los proveedores, vuestras pequeñas preocupaciones acaban siendo las nuestras y trabajamos para que disminuyan y a ser posible que desaparezcan. Estamos ante todo y todo momento a vuestro lado y disposición.

El día de la boda hacemos que todo lo que habéis preparado durante tanto tiempo cobre sentido y brille con luz propia. En vuestro día hacemos muchas cosas, pero la más importante es ayudaros a mitigar vuestros nervios. Aportándoos calma y serenidad, coordinamos a los proveedores que hayáis elegido y a los invitados para cumplir los “timings”, movemos mobiliario, montamos arcos, colocamos todos los detalles, os recogemos la cola del vestido, y todo lo que haga falta. Nos anticipamos a todo para que os sintáis en una nube y que nada distorsione la magia que debe haber en vuestro día.

Tras hablar con nuestros clientes, la mayoría coinciden que el mejor dinero invertido en la boda ha sido en nuestra figura. ¿Porqué? Porqué a veces lo menos material es lo más significativo.

Y con esta frase concluyo esta reflexión 🙂

Abrir chat
1
¿Cómo podemos ayudarte?
Todo merece un brindis
Cuéntanos tu idea :)